Alix Araujo es una emprendedora venezolana que sueña con formalizar su taller de repostería para ayudar a madres solteras, migrantes y víctimas del conflicto

 

El proyecto Gran Reto busca cerrar las brechas que tienen las mujeres para conseguir empleo, financiación para su idea de negocio o acompañamiento psicosocial.

 

Alix Nohemi Araujo Castellanos

El proyecto de cooperación internacional Gran Reto “Cerrando brechas para la inclusión financiera de las mujeres”, es financiado por la Agencia de Estados para el Desarrollo Internacional (USAID) y es ejecutado en alianza por Microempresas de Colombia, Comfenalco Antioquia, Fundación MET Community y Corporación Prodepaz, además, cuenta con el apoyo de DAI Global, la Gobernación de Antioquia y la Alcaldía de Medellín.

La Caja empezó la intervención de 200 mujeres microempresarias, 100 de ellas con acompañamiento familiar y 100 con intervención psicosocial, en diferentes regiones del departamento, iniciando en el Valle de Aburrá y continuando en Oriente, Suroeste, Magdalena Medio y Urabá.

Una de las mujeres beneficiadas es la venezolana y madre cabeza de hogar, Alix Nohemi Araujo Castellanos, que a sus 38 años sueña con formalizar su taller de repostería y expandirlo para ayudar a otras madres solteras, migrantes y víctimas del conflicto. “Este proyecto me abre esa posibilidad de tener mi propia escuela de chocolate, contar con profesores calificados y recibir certificados avalados por el Ministerio de Educación”, dice.

Catalina María Ríos, coordinadora de Gran Reto por Comfenalco Antioquia

“Comfenalco ofrece el acompañamiento psicosocial porque una mujer además de ser microempresaria tiene que ser mamá y llevar las riendas de su hogar. ¿Qué queremos hacer?  Intervenir a toda la familia, hacer una equidad de tareas domésticas para que ellas no tengan que dejar sus emprendimientos para atender a su familia”, Catalina María Ríos, coordinadora de Gran Reto por Comfenalco Antioquia.

Precisamente, Alix ya es beneficiaria de ese acompañamiento psicosocial y asegura que para poder sacar su emprendimiento de repostería adelante, tanto para vender tortas y chocolates, como para dar clases de culinaria; necesita sentirse enfocada y tener equilibrio emocional.

“Comfenalco Antioquia me brinda ese acompañamiento psicológico porque este proyecto depende de mí y debo estar alineada con esa visión. A veces nos tropezamos y nos caemos y necesitamos ese apoyo extra para continuar”, aseguró Alix.