“Este sector se convertirá en el gran pulmón ecoturístico de Barranquilla, el símbolo de la Biodiverciudad que somos. Es un tesoro que hemos ignorado”: Jaime Pumarejo, alcalde de Barranquilla.
Iluminada con los imponentes rayos del sol y una brisa pegajosa, en Barranquilla no se visita, sino que se goza. Una tierra que desborda sabor, carnaval y alegría.
‘La Puerta de Oro’, ‘La Arenosa’ o ‘Currumba la bella’, se baña por el Océano Atlántico y el río Magdalena, por lo que su potencial turístico es altísimo.
Está ubicada en una posición privilegiada y cuenta con un puerto multipropósito líder de la Zona Caribe de Colombia, lo que hace que sea una ciudad de conectividad, negocios, turismo y economía.
Durante la reinauguración de la ruta Medellín – Barranquilla – Medellín de la aerolínea SATENA desde el Aeropuerto Olaya Herrera hasta el Aeropuerto Internacional Ernesto Cortissoz, el alcalde Jaime Pumarejo, expresó su compromiso por potenciar la industria turística y generar empleo en la ciudad.
Entre los grandes proyectos, se encuentra la recuperación integral de la Ciénaga de Mallorquín, como respuesta al cambio climático y a la necesidad de generar un espacio de encuentro con la naturaleza, esparcimiento y turismo.
Además de generar oportunidades de ingreso para la población asentada en su zona de influencia. La inversión estimada es de $281.059 millones.
Tal como lo concluyó el Alcalde de Barranquilla, vienen proyectos de uso mixto que son de hotelería, comercio y residencia. “Lo que vamos a ver poblado es poco a poco ese gran frente de río, el cual va a culminar con nuestra gran apuesta que es la Ciénaga de Mallorquín, que es ese punto donde se une el mar Caribe con el río Magdalena. Así que Barranquilla se va a recordar que tiene no solo río, sino también mar”.