Colombia da el primer paso en reformar su política de transición energética

 

La prohibición del fracking es el primer paso para cerrar la exploración y producción de hidrocarburos provenientes de yacimientos no convencionales

 

De convertirse en ley el proyecto, que cerrará la puerta al fracking en Colombia, el gobierno da un paso firme para avanzar en su transición energética hacia fuentes de energía más limpias que no alteren el medio ambiente.

Susana Muhamad, ministra de Ambiente y Desarrollo Sostenible

El proyecto deja claro que no se permitirá la exploración y producción de hidrocarburos provenientes de yacimientos no convencionales; la suscripción, adición u otorgación de contratos, concesiones, licencias y permisos ambientales para dichas explotaciones y el fracking.

El Fracturamiento Hidráulico Multietapa (fracking) es la técnica con la que se realiza la inyección, en más de tres etapas, de un fluido compuesto por agua, propante y aditivos químicos, con el objetivo de generar o inducir fracturas en las rocas de los yacimientos no convencionales para facilitar el flujo de la formación productora.

“Estamos avanzando en blindar a los territorios de lo que sería la expansión de la frontera extractiva de hidrocarburos. Estamos entonces prohibiendo la explotación de yacimientos, de roca generadora, que son, básicamente, los que hemos conocido que están en Puerto Wilches, con los pilotos”, explicó Andrés Gómez, de la Alianza Colombia Libre de Fracking.

Asimismo, la ministra Muhamad puntualizó: “La presentación de este proyecto de ley tiene varios argumentos: nuestro compromiso de trabajar por un país que haga una transición social, económica y ambiental, para enfrentar la crisis climática; nuestra creencia en la democracia ambiental, que significa la necesidad de tomar la voz de las comunidades y lograr concertaciones en las políticas de desarrollo, y nuestra coherencia ambiental con los compromisos de Colombia”.

Cabe resaltar que este proyecto de ley, que será debatido próximamente en la Comisión Quinta del Senado de la República, no afectará la explotación de los yacimientos convencionales que hoy se encuentran operando en el país.

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