El Astor: 91 años de sabor a chocolate en el corazón de los antioqueños

 

Una repostería suiza que los paisas cobijaron con su ruana, es el ejemplo de empresarios pujantes y exitosos que le pusieron sabor a su trabajo.

 

En esta ocasión, invitamos a Carlos Silva, colaborador de la empresa hace 18 años y quien ocupa cargo de gerente, nos contó un poco de historia y además, nos antojó del famoso sapito verde, ahora con tapabocas.

 

Seguramente sus particulares figuras como el famoso sapito, que por la pandemia, cambió su pequeña lengua roja por tapabocas, el olor a recién horneado y el espesito sabor a chocolate, han llamado la atención de quienes se sienten atraídos por el inigualable mundo del dulce.

Sin lugar a duda, los sabores del Astor son ganadores. O sino pregúntele a sus ojos cuando usted contempla la vitrina llena de formas y color de chocolate, que le hacen agua la boca, las papilas se encienden y el corazón se enamora.

Y el Astor sí que conoce cuales son los puntos débiles de sus clientes. Esta repostería, es todo un ícono de ciudad que se encuentra en la memoria de los los paisas hace más de 90 años, cuando la hora del té era un momento sagrado para compartir, y que ahora heredan esa deliciosa costumbre  las nuevas generaciones que transitan por la carrera Junín para vivir toda una experiencia colombo suiza.

El Astor lleva ya 91 años creando experiencias alrededor de la tradicional repostería europea. Quienes han probado alguno de sus productos, se han cautivado por su calidad y sabor diferenciador en sus cremas, chocolates y hojaldre.

Enrique Baer, fundador en 1930 del Astor, llegó a revolucionar la gastronomía en Medellín, ya que en esa época, aunque había ciertos avances en el comercio y en la infraestructuras de la ciudad, los sitios para comer o disfrutar un postre, eran escasos. Por ello, el cariño de la gente y la elegancia que enmarcaba los años 50, impulsaron el que es hoy el lugar ideal para disfrutar del horneado tradicional con sabor a nunca me olvides.

En octavioprensa.com nos alegra compartir las experiencias de empresarios que por su empuje y productos de calidad, se han ganado el corazón de los paisas y turistas que se pasean por las calles de Medellín,  buscando la opción perfecta para aprender, disfrutar y compartir.