Ese triunfo de la humanidad y de la ciencia de tirar la mascarilla o tapabocas a la basura me deja un cierto sinsabor

OPINIÓN -Octavio Gómez Q.

Ese triunfo de la humanidad y de la ciencia de tirar la mascarilla o tapabocas a la basura me deja un cierto sinsabor, pues también es un triunfo de los antivacunas y que nunca quisieron probar una aguja con una jeringa llena de suspicacias, por aquello de la teoría de la conspiración que afirmaba -o afirma- que contenía genes para la manipulación de la conducta humana (severo resumen).

Sobre el llamado GEN MENSAJERO que es el contenido básico de las vacunas de distintas marcas mundiales contra la pandemia,  se pueden deducir muchas teorías, incluso científicas sobre lo que es capaz de producir en el cuerpo un gen mensajero.

Si las vacunas de antes eran virus debilitados, en este caso del Covid ya son genes capaces de modificar a su vez la genética de los seres humanos, para fortalecer a su vez las defensas o para cualquier otro resultado.

Pero aplicando la teoría del optimismo, digamos que nos fue bien, y que la pandemia que nos encerró por muchos meses y de la cual al parecer no aprendimos sus lecciones, digamos que salimos bien librados, ya que solo se registraron casi 10 millones de muertes en el mundo, de casi 8.000 millones que ya habitamos este maltrecho planeta.

Y a las multinacionales farmacéuticas también les fue requetebién y a los diferentes gobiernos generalmente corruptos que se quedaron con su jugosa comisión, porque el sistema productivo que nos gobierna enseña que hay que sacar el máximo provecho de cada oportunidad que se presente y la adoración por el dinero trastocó todo el valor de las cosas.

Añadido a este poder que acumularon a través del dinero los gigantes de la multinacionales, se agrega el poder acumulativo de los dueños de las redes sociales y me estoy refiriendo a los señores Mark Zuckerberg, (dueño de la información mundial con sus redes Facebook, Whatsapp e Instagram) y BillGates, cuyo poder está representado en la información que manejan y manipulan, no solo para vender más, sino para tumbar o decidir quién puede ser presidente de un país.

Microsoft son su versión 11 ya toma todo el control de tu PC y sabe cuánto duermes, que comes,  cómo vistes y hasta tus deseos y debilidades sexuales las conoce. Todo está ahí, en los motores de búsqueda y en  la famosa “nube” donde queda registrado  cada ser humano que tiene un pc, un celular o utiliza las famosas redes sociales.

El verdadero tapabocas o mascarilla son las redes sociales, ya que están manejando a su antojo –a veces en forma sutil, otras de frente- la conducta humana y son capaces de dirigirla en el sentido que les convenga para sus negocios (para quien más le pauta claro está).

Las redes sociales con una especie de camino pesado sobre el cual se debe andar con mucho cuidado, pues de todos lados disparan abundante información falsa que se mezcla con un poco de la verdadera, y que por lo general no vende, más bien previene y evita el contagio informativo e ideológico al que estamos hoy por hoy todos sometidos.

Esa es la masacrilla que no nos podemos quitar, y cuidarnos todos los días de una de las grandes plagas de la humanidad, las fake news.