Gremios politizados, sesgados y confesionales

 

Sacrifican a un líder empresarial con los mejores resultados para el sector textil y confecciones, por exceso de democracia

OPINIÓN – Octavio Gómez Q.

Me afirmaba un importante dirigente empresarial que los gremios en Antioquia no han servido absolutamente para nada y me increpaba que si conocía al presidente de Fenalco, a su directora ejecutiva, o de la Andi, o al presidente de Camacol.

Y la verdad, es que pareciera que estos gremios trabajaran a la sombra, porque muy poco o casi nunca, proponen proyectos o iniciativas importantes para Antioquia o el país. Se durmieron en los laureles y solo les importa su propio pecunio, es decir, lo que les genere ganancias.

Pusieron el grito en el cielo porque Gilinski entró duro a competir por las acciones de sura y Nutresa, y ya pusieron dos miembros de este grupo en la junta directiva del poderoso grupo Sura.

Y los Gilinski la tuvieron fácil, debido a las mañas del grupo GEA de mantener las acciones a la baja por muchos años, en detrimento de sus pequeños y medianos accionistas, mientras ellos se llevan las ganancias jugosas para invertir en el sector especulativo y financiero.

Y los gremios callados.

Carlos Eduardo Botero y Carlos Pineda, dos importante dirigentes empresariales víctimas de la discriminación política en Antioquia.

Ahora, a un dirigente empresarial de mucho éxito en el sector textil y de las confecciones como lo ha sido Carlos Eduardo Botero, lo condenan a la hoguera, cual tribunal de la inquisición, porque atendió o la esposa de un candidato presidencial en las instalaciones de Inexmoda y esta utilizó la grabación de la visita para promover a su candidato.

La cayeron rayos y centellas a Botero y ante tanta mansalva de insultos e improperios presentó su renuncia.

La escena lo que muestra es a una clase dirigente rancia y retrograda, que rechaza cualquier situación que no comulgue con sus doctrinas ultraconservadoras y confesionales. Esta es una clase dirigente camandulera, excluyente y cerrada a todo lo que no comulgue con sus doctrinas.

Botero lo único que hizo fue actuar en derecho y en democracia, como también puede atender a cualquier candidato a la presidencia, de cualquier grupo político que quiere conocer más del sector textil y de la moda.

Caso semejante ocurrió con el anterior director ejecutivo de Fenalco Antioquia, donde su director de muchos años, Sergio Soto, se convirtió en el adalid empresarial del uribismo en Antioquia, y a su vez, convirtió a esta agremiación en un “importante centro democrático”, donde le rendían culto al expresidente.

Ante la infortunada muerte de Soto, nombraron a un calificado empresario, Carlos Pineda, a quien por razones o situación semejante a la de Carlos Eduardo Botero, lo presionaron de tal forma que lo obligaron a renunciar, sacrificando un importante líder empresarial con visión amplia y profunda del sector comercio y nombran a cambio, a una joven recién egresada, con poca experiencia en el gremio, pero tal vez fácil de manipular.

Parece que el lema de los gremios en Antioquia la grande es: “si usted no es uribista, usted aquí no cabe”. Y al parecer, lo mismo están haciendo con los periodistas.