Ha llegado el momento de impulsar definitivamente la liberalización del transporte aéreo, afirma Vargas Lleras

 

 “No creo que el futuro del sector turismo dependa de Avianca, tampoco creo que esta empresa está aportando a la competitividad del país».

Germán Cargas Lleras en la edición digital del periódico EL Tiempo del nueve de mayo, se vino lanza en ristre contra la posibilidad de apoyar por parte del Gobierno Nacional a la que una vez fuera la empresa aérea insigne de los colombianos y hoy en quiebra en manos de empresarios extranjeros.

Vargas Lleras pone el dedo en la llaga al afirmar que “como en el caso del empleo y la inaplazable reforma laboral a que me referí la semana pasada, yo creo que por la crisis del sector y de su principal protagonista, Avianca, ha llegado el momento de impulsar definitivamente la política de cielos abiertos o liberalización del transporte aéreo en nuestro país”.

“Llegó el momento de ponerles fin a los altos costos de los tiquetes, a la mala calidad del servicio, a la impuntualidad y, en general, a todos los abusos que genera la falta de competencia en cualquier mercado”.

“Una política de cielos abiertos permitirá contar con más empresas que ofrezcan un mayor número de rutas y frecuencias, que compitan con tarifas, promociones y servicio. Aquí, lo que necesitamos es más operadores, tanto en rutas nacionales como internacionales, y poner al usuario y la competitividad de nuestro país en el centro de la política pública en materia de transporte aéreo”.

“Para lograrlo habrá que dar acceso irrestricto al mercado, con frecuencias ilimitadas, libertad de equipos y no más acuerdos de reciprocidad. En el Congreso hace trámite el proyecto de ley de cielos abiertos, el cual, hay que reconocer, nunca ha podido avanzar por causa de los intereses de Avianca. La pandemia nos ha develado, como en tantos otros temas, la necesidad de hacer cambios profundos en sectores antes intocables”.

“No creo que el futuro del sector turismo dependa de Avianca, tampoco creo que esta empresa está aportando a la competitividad del país; incluso, no creo que en cualquier caso se vayan a perder los miles de empleos directos e indirectos que genera, pues sean quienes sean los que entren a operar nuestro mercado, siempre se les podrá exigir como contraprestación para autorizar las rutas la incorporación de estos trabajadores a sus nóminas”.

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