Hilos y lanas de colores, la tradición de María del Carmen

El cuadrito de la colcha de retazo, la inspiración de las mujeres del campo para crear piezas llenas de tradición.
María del Carmen Osorio

En muchas culturas la madre es el centro de las familias, el origen de la vida. Ellas juegan un papel fundamental al transmitir sus conocimientos ancestrales de generación en generación, con el fin de mantener viva la cultura en la creación de las artesanías.

Tradición que en gran parte ha sido herencia de las madres y abuelas, reflejada en  la historia de María del Carmen Osorio, que desde pequeña veía a las mujeres de su familia tejer y bordar.

Entre fogones de leña, los colores del campo y familias humildes, nace la inspiración de María del Carmen que convierte en tejidos multicolores, dando a la vez forma a sus sueños, que teje con amor en la finca familiar de la vereda Altos del Mercado en Marinilla, donde reside.

Debido a la enfermedad de su madre, decidió dedicarse a trabajar en casa, ya que siempre le inquietó el trabajo que podía hacer con sus manos; pintando y probando técnica de costuras con hilos y lanas.

Desde entonces, empezó a consolidar su proyecto de vida llamado Punto y Cadeneta, rescatando la historia, origen y tradición de sus ancestros. Su principal inspiración fue rescatar la colcha de retazos de las abuelas y conservar el tejido de los ancestros, que ella denomina como su ADN y donde encuentra su conexión a través del campo, de las prendas que ve colgadas en los jardines llenas de colores, formas y texturas.

Hacen un trabajo conjunto con mujeres del campo, con la elaboración de piezas únicas con la técnica crochet, buscando que la prenda tenga movimiento y suavidad brindando versatilidad en sus creaciones.

A partir del tejido, María del Carmen conecta las tradiciones y orígenes de las mujeres del Oriente Antioqueño. Ella con su trabajo empírico y apasionado ha movido fibras y más que vender un producto, mueve sentimientos.