Jericó confía en recuperar pronto su fortaleza turística

 

Declarado Pueblo Patrimonio de Colombia, ha sufrido en menos de un año, los avatares de la naturaleza.

 

Los municipios turísticos del suroeste antioqueño, ven como se merman sus ingresos por la casi absoluta carencia de visitantes y turistas.

Desde su santuario de santa canonizada, la Madre Laura clama al cielo clemencia por Jericó, su municipio natal, que atraviesa por la más dramática etapa de su historia y su desarrollo económico y social.

El primer obstáculo lo provocó el 4 de noviembre de 2019, el deslizamiento parcial del Morro de los Aguacates, desde el cual se divisa todo el pueblo y sus inmaculadas montañas vestidas de verde.

A consecuencia de las lluvias y el fuerte invierno, el terreno se ablanda y se raja, provocando un alud de tierra y material vegetal que llegó hasta el parque principal y afectó más de 8.000 personas.

Apenas se estaba recuperando de esta contingencia, se declara la pandemia que frenó de golpe el turismo y el peregrinaje, la principal fuente de ingresos de uno de los más bellos municipios del oriente antioqueño, localizado a unos 110 kms de Medellín.

Y en plena pandemia y cuando los jericoanos confiaban en recuperar en algo sus ingresos turísticos, así fuera en forma virtual y hacerle tours virtuales a la Santa Madre Laura, el invierno de finales de junio tiene en alerta posibles nuevos deslizamientos en del Morro de los Aguacates. Las autoridades están en alerta.

Todos en el pueblo hacen silencio, luego murmuran y de nuevo todos dan su opinión. “Se nos acabó el pueblo”, dicen los más pesimistas. “Todavía hay esperanzas”, o “vendrán tiempos mejores”, afirman los optimistas.

Así las cosas, Jericó ha retornado a su apacible vida de hace 20, o 30 años, cuando el turismo aún no lo había conquistado, ni la Madre Laura estaba canonizada.

Los fenómenos naturales le han devuelto su esencia y su tranquilidad milenaria a Jericó, afirman unos, otros en tanto, dicen que “retrocedimos cien años”.