La ‘ciudad luz’ del oriente antioqueño

Entre tradición, resiliencia y riqueza hídrica, San Carlos resurgió de las cenizas. 
San Carlos

La costica dulce del oriente de Antioquia, como se le conoce a San Carlos por sus ríos y más de 70 quebradas, invita a todos los turistas que lo visitan a tomar un baño refrescante.

Este municipio posee un complejo hidroeléctrico el cual genera el 20% de la energía de Colombia, es encantador por ser rico en agua y clima cálido, sus mayores atractivos, sin duda alguna, son las imponentes cascadas rodeadas de montañas y vegetación.

El turismo es el timón de la economía en San Calos, con hospitalidad y gentileza reciben a todos los visitantes que terminan encantados con la gran variedad de ríos y quebradas, sitios para pescar, bosques para realizar caminatas ecológicas, deportes extremos, embalses y caballos para dar un paseo por los alrededores.

Este municipio aún vive entre la tradición y la resiliencia, las familias trabajan la tierra, con sus manos fuertes, sombrero y ropa embarrada que caracteriza la labor del campesino, y que con orgullo aportan a la economía y a las actividades ganaderas y agrícolas.

Los sancarlitanos hacen de su pueblito un hogar para todos, en el parque principal cualquier día de la semana se reúnen para compartir una taza de café e intercambian experiencias, historias y hazañas que han vivido en su lugar amado; el campo.