Durante ocho meses, cerca de 440 personas que representan a las comunidades, las autoridades públicas y EPM, han fortalecido habilidades socioemocionales y capacidades para renovar la confianza.
Este mes inician los espacios de diálogo que permitirán trabajar de manera conjunta y armónica por el bienestar de las comunidades.
Ocho meses cumple el recorrido de la Ruta de la Confianza, una iniciativa de la Fundación Ideas para la Paz (FIP) y EPM que ha buscado transformar las relaciones entre la empresa, las autoridades locales y las comunidades de los 12 municipios del área de influencia del Proyecto Hidroeléctrico Ituango.
A la primera etapa de la Ruta, que se realizó entre enero y abril de este año, se vincularon 440 personas, de las cuales 278 eran representantes de las comunidades, 178 autoridades locales y 24 de EPM, y se centró en entender las relaciones entre los tres sectores. Con ejercicios de reflexiones grupales se identificaron algunos de los factores que inciden en el desgaste de las relaciones que ocasionan pérdida en los niveles de confianza.
Durante la segunda etapa de la Ruta, que se realizó entre abril y agosto, se realizaron 120 encuentros. En esta etapa de formación, bajo el plan diseñado por la Fundación FIP, se prepararon a los participantes para la etapa de diálogo y se realizaron cuatro grandes “Encuentros para Aprender” (EPA).
Sigue la Ruta
Entre este mes de septiembre y noviembre próximo, se llevará a cabo la tercera parada, en la que los participantes se reunirán por primera vez e iniciarán espacios de diálogo para conversar sobre las problemáticas de sus municipios y concertar iniciativas que demuestren que es posible trabajar de manera conjunta a pesar de las diferencias.
“La FIP cree firmemente que dialogar genera confianza; que tener mayor confianza aporta a la transformación de las relaciones, y que las relaciones renovadas impulsan la cooperación y el desarrollo”, apunta María Lucía Méndez, Directora de Empresas y Construcción de Paz de la FIP y explica que “La gran apuesta de la Ruta es generar confianza a través del diálogo. La confianza es un activo fundamental en los procesos de construcción de tejido social y es un factor que aporta a la creación de operaciones empresariales sostenibles y viables”.
“Estos espacios me han servido para entender, escuchar y tener buenas prácticas en el municipio. También me permitieron intercambiar conocimientos con otras personas”, asegura Gilberto Moreno Villa, representante de las comunidades de Sabanalarga.