La UdeA y el ITM reciben patente por la creación de modelo biomecatrónico de un perro

 

El realismo del modelo, tanto en su apariencia como en sus funciones, permitirá que las prácticas estudiantiles se perfeccionen y se llegue a diagnósticos más precisos

 

La creación de un modelo biomecatrónico canino, por parte de investigadores de la UdeA y el ITM, recibió el 28 de septiembre pasado la patente de invención por parte de la Superintendencia de Industria y Comercio. Este desarrollo conjunto, capaz de revolucionar la enseñanza de la medicina veterinaria y áreas afines, reproduce el cuerpo de un perro con órganos preservados y herramientas eléctricas y electrónicas, que permiten simular el funcionamiento fisiológico del animal.

El realismo del modelo, tanto en su apariencia como en sus funciones, permitirá que las prácticas estudiantiles se perfeccionen y se llegue a diagnósticos más precisos. Foto: Dirección de Comunicaciones UdeA / Alejandra Uribe F.

Un modelo canino, que imita el funcionamiento fisiológico del animal vivo, fue el desarrollo que logró un grupo multidisciplinario de investigadores de la Universidad de Antioquia y el Instituto Tecnológico Metropolitano —ITM—, luego de diez años de trabajo. «Teníamos una pregunta: ¿por qué en medicina veterinaria no existe un simulador más fidedigno para los entrenamientos de los estudiantes?», dijo Sonia Cecilia Orozco Padilla, investigadora y docente de la Facultad de Ciencias Agrarias de la UdeA, quien explicó que los modelos existentes son peluches o estructuras muy rígidas que no se relacionan con la realidad.

Los esfuerzos se vieron plasmados en el «Modelo biomecatrónico para entrenamiento veterinario que incluye módulos de simulación mecánicos, eléctricos y electrónicos y túneles subcutáneos para conexión de estos», que recibió la patente de invención por parte de la Superintendencia de Industria y Comercio —SIC—, a través de la Resolución 59195 del 28 de septiembre de 2023.

El simulador permite crear diferentes escenarios clínicos que deben ser resueltos con maniobras reales por parte de los estudiantes. Foto: Dirección de Comunicaciones UdeA / Alejandra Uribe F.

Para iniciar el trabajo, se recibió la donación del cuerpo de un perro pequeño, que había muerto recientemente, y se utilizó la técnica de plastinación para conservar sus órganos. «Retiramos toda el agua de las células, la remplazamos con acetona y posteriormente con silicona; lo que permitió que el espécimen quedara con su forma real», contó Lynda Jhailu Tamayo Arango, investigadora y docente de la Facultad de Ciencias Agrarias de la UdeA, quien destacó la plastinación como la técnica de oro para este tipo de proyectos.

Posteriormente, el cuerpo fue acondicionado con túneles subcutáneos y mecanismos eléctricos y electrónicos que simulan la actividad fisiológica del perro. «Planteamos un módulo mecatrónico, con una parte mecánica para la percusión y presión sanguínea y una parte electrónica para la señal electrocardiográfica y el llenado capilar», anotó Diana Alexandra Orrego Metaute, investigadora del ITM.

Como resultado quedó el modelo de un perro, con su piel y apariencia reales, con el que se puede practicar la resucitación cardiaca, cerebral y pulmonar; el reflejo pupilar, para evaluar el estado neurológico; la toma de muestras sanguíneas y de presión femoral y el acondicionamiento de catéteres, con la posibilidad de ampliar las funciones simuladas en un futuro.

«Con esta herramienta podemos programar las alteraciones clínicas que puede tener el animal y mirar las alternativas de solución y sus reacciones; obvio en un modelo biomecatrónico, pero flexible y completamente realista», expresó la profesora Orozco Padilla.