OPINIÓN
Octavio Gómez Q.
«¿Por cuánto tiempo quieren luchar ustedes los estadounidenses? ¿Un año? ¿Dos años? ¿Tres años? ¿Cinco años? ¿Diez años? ¿Veinte años? Nos complacerá satisfacerlos”
-Pham Van Dong, primer ministro de Vietnam del Norte, en declaraciones a The New York Times en diciembre de 1966
La guerra Rusia-Ucrania, (que va a cumplir un año) que no es más que la guerra entre las dos potencias mundiales Estados Unidos-Rusia se parece cada vez más a los comienzos de la guerra de Vietnam, (1961-1975) que las nuevas generaciones olvidaron por completo.
Y la frase de Pham Van Dong, que ya hace historia, parece una premonición de lo que sucederá en los próximos años en Ucrania, Cámbiele el nombre por Putin y ahí tiene la preocupante realidad, de una guerra por la supremacía mundial, la misma que causó la de Vietnam.
Occidente, con la OTAN a la cabeza da cuenta de los éxitos obtenidos por el ejército ucraniano contra el invasor ruso. Mientras tanto, los medios rusos afirman todo lo contrario.
Mientras tanto, mes a mes se le añade más leña al fuego, que el mundo todavía no comprende en toda su dimensión.
Esto apenas está comenzando y cada ejército se apertrecha confiado en su triunfo.
En la guerra de Vietnam los Estados Unidos anunciaban en sus grandes medios los éxitos alcanzados mes tras mes contra el ejército comunista del Vietcong y casi siempre remataban con la frase “contundente derrota de los vietnamitas en la batalla de”… o Estados Unidos da un paso más para alcanzar la victoria final en Vietnam…”
Diez años después salieron derrotados de Vietnam.
Esta vez la confrontación no es contra un pequeño país subdesarrollado del sudeste asiático. La guerra es contra otra potencia mundial, que tiene en pie de alerta todos su arsenal atómico, por lo que pueda suceder.
Ambos países han convertido a Ucrania en un campo de prueba de armas de última generación.
Cada vez se le añade más tecnología a esta guerra que combina las formas de lucha convencional con tríncheles a bordo, tanques y artillería, con misiles, drones cada vez más tácticos y precisos.
Las ojivas nucleares están al orden del día y tienen el planeta convertido en un verdadero polvorín, que puede causar el extermino de media humanidad y sufrimiento por muchos años a la otra media.
Les dejo unas imágenes de la revista norteamericana LIFE, sobre el conflicto Bélico en Vietnam, donde el fotógrafo y corresponsal de guerra Larry Burrows, es recordado a 52 años de su fallecimiento con una colección de las imágenes que capturó durante la Operación Prairie, una masiva ofensiva estadounidense contra las fuerzas norvietnamitas que duró desde agosto 3 hasta octubre 27 de 1966.
Burrows murió en 1971 junto a algunos de sus colegas cuando el helicóptero en el que viajaban fue derribado cerca de Laos.
No entiendo como la humanidad entera puede dormir tranquila, ad portas de una confrontación nuclear.
