¡Ni la humilde cebolla se salva del contrabando!

 

En grave riesgo las cosechas de cebolla en el Catatumbo que hace llorar a sus cultivadores

 

Esta semana compré un kilo de cebolla redonda en una plaza de mercado de Medellín y al lado vi un bulto del producto que decía: país de origen Perú. Parece increíble y le pregunté al que manipulaba el bulto, la razón por la que vendían cebolla del Perú y me dijo lacónicamente “porque rinde más”. Desistí de la compra y me fui a preguntar por cebolla criolla, que por lo demás, tiene mejor sabor.

 

En medio de los campos de cultivo del Catatumbo, Norte de Santander, se gesta una batalla desigual entre los agricultores locales y la entrada ilegal de cebolla roja proveniente de Perú. La frontera en Pasto se ha convertido en el epicentro de esta contienda, donde la rentabilidad de los cultivos está en riesgo y los esfuerzos por salvar las cosechas locales.

Minagricultura advierte que «parte de estos productos están en riesgo de pérdida». Los agricultores del Catatumbo, que dependen en gran medida de la producción de cebolla, enfrentan una amenaza ante la entrada masiva de cebolla peruana, un contrabando que está afectando directamente la economía local.

En respuesta a esta crisis, se ha establecido un Puesto de Mando Unificado (PMU) en Pasto, conformado por el Centro Integrado ICA, Invima, Dian y la Policía Fiscal y Aduanera (Polfa; con el objetivo principal regular el contrabando de cebolla y proteger a los agricultores locales.

Los acuerdos alcanzados entre el Gobierno y los cebolleros del Catatumbo son la respuesta a la gravedad de la situación. Entre las medidas destacan el fortalecimiento del control fronterizo de tipo sanitario, con la reubicación inmediata del puesto de control en Rumichaca.

Este cambio busca implementar un control adicional en la zona antes de llegar a los depósitos autorizados de la Dian, asegurando así la calidad y seguridad sanitaria de los productos.

En paralelo, se implementará un plan que incluye la generación de licencias fitosanitarias de movilización desde los depósitos autorizados hasta las centrales mayoristas de abasto. El ICA, el Invima, la Dian y la Polfa llevarán a cabo operativos conjuntos en las centrales de abasto para verificar las licencias y permisos de los comerciantes, asegurando el cumplimiento de las normativas en las operaciones de importación.

Un segundo bloque de acuerdos se centra en la protección del producto local. Las entidades del sector agropecuario buscan medidas de defensa comercial, solicitando a la Dian estudiar acciones que fortalezcan la siembra, cultivo y comercialización de la cebolla local, en un intento por contrarrestar los efectos negativos de la invasión de productos extranjeros.