Se armó la polémica con el alcalde Federico Gutiérrez después de asegurar que iba a poner en «cintura» a las rentas cortas en viviendas residenciales, es decir los famosos Airbnb.
La mesa de discusión está lista, pues el pasado 10 de marzo, el alcalde Federico Gutiérrez, anunció medidas para enfrentar la explotación sexual de niños y niñas en Medellín, problemática que se ha incrementado en los últimos años en la capital antioqueña.
Gutiérrez aseguró que una de las acciones que tomará es la restricción de la renta corta en apartamentos o casas de urbanizaciones residenciales de Medellín.
“En edificios y urbanizaciones familiares no se seguirá permitiendo el uso de apartamentos o casas para temas de arrendamiento de ciclo corto donde se dedican al tema de la explotación sexual y la prostitución en nuestra ciudad y no dejan vivir a los vecinos tranquilos”, dijo el mandatario.
Esta propuesta ha levantado toda clase de comentarios mediáticos. ¿Y usted qué opina?
El anuncio se hizo un día después de que el Concejo le aprobara la creación de la Secretaría de Turismo y Entretenimiento, y dos semanas después de que las autoridades capturaran a un estadounidense llamado Dominick Divencenzo acusado de abusar sexualmente a menores de edad en el apartamento donde vivía.
Según la Asociación Turística y Hotelera de Colombia, Cotelco, con corte a diciembre del 2023 en Medellín había 5.900 hospedajes, de ellos solo 477 son hoteles y menos del 2% son hostales. La mayoría son apartamentos turísticos.
El 75% de los registros nacionales de turismo de Medellín corresponden a vivienda turística. Somos, mejor dicho, el centro del Airbnb en Colombia. La pregunta es, ¿cómo se están utilizando o regulando?
Esta es la gran incógnita, además porque muchos de estos lugares ni siquiera tienen letrero y se pasan las normas por la galleta. Lo cual las hace mucho más difíciles de identificar.
¿Qué pasará con la ciudad en cuanto a turismo? ¿Cuál será la mejor estrategia para disminuir y ojalá acabar con la explotación sexual en Medellín?
