La economía española afronta en 2022 el mayor problema de su historia reciente

No son tiempos fáciles para los hogares. España ya es uno de los países en los que más grande es la caída de los salarios reales de los trabajadores. El futuro no pinta bien tampoco: terminarán el año con una pérdida de poder adquisitivo del 4,4% a causa de la inflación.

Un país acostumbrado a vivir con subidas de precios muy relajadas, en el que la caída más pronunciada de poder adquisitivo fue en 2012 por fue la devaluación salarial y la caída del empleo. Ahora, tiene que hacer frente a un nuevo enemigo: la subida de precios generalizada. ¿El IPC? Un insólito 8,9%.

Un gráfico. La caída de los salarios reales ajustados por inflación en España es brutal, tal y como apunta el siguiente gráfico de Oxford Economics. A medida que se suceden los meses y se avanza en la negociación de los convenios colectivos de los trabajadores, los incrementos salariales pactados siguen prácticamente igual, lo que se está convirtiendo en una fuerte pérdida de poder adquisitivo de los trabajadores.

Hay 7,6 millones de empleados con condiciones laborales acordadas, un incremento salarial medio pactado del 2,61% mientras que los precios suben un 9%. Eso es una diferencia de casi 7 puntos.

Pérdida de poder adquisitivo

Hasta un 4,4% está previsto que caiga este año según la OCDE. La organización destaca a España como uno de los países en los que más acusada será la caída de los salarios reales de los trabajadores como consecuencia de la inflación. Todo mientras los precios al consumo en España siguen subiendo a máximos históricos.

El golpe más fuerte lo recibirán los hogares con bajos ingresos, que gastan una gran parte de sus ajustados presupuestos en energía y alimentos. En los países de la OCDE para los que se dispone de datos, los hogares en el quintil inferior de ingresos gastan de media un 50% más de su presupuesto en alimentos y energía que aquellos en el quintil superior. Esas serán las grandes víctimas de esta crisis que se avecina.