Al paso que vamos, Colombia quedará en manos de la banca internacional.
Se habla mucho de la deuda externa o de la deuda del gobierno colombiano en el exterior y la verdad, es la deuda de los colombianos con los prestamistas usureros del BID y de otras entidades especializadas en exprimir a los países subdesarrollados y mantenerlos con la deuda al cuello.
Voy a copiar el comentario de mi gran amigo, el historiador Diego Calle Pérez, acerca de este espinoso tema y que parece más largo y ancho de lo que parece:
“La deuda es con el sector agropecuario, la deuda es con el sector confección, con la marroquinería, con la producción de derivados lácteos, la deuda es en aumento cada día, es preocupante, averiguar cuáles son los mismos que están en el ministerio de hacienda pública, averiguar cuáles están realmente interesados en quebrar la caja registradora del gasto social. La deuda del «sufrido» gobierno colombiano”.
“Informan los medios -en el caso de la foto, El Espectador- que la deuda del Gobierno central ya es de 724 billones de pesos y que solo el año pasado creció $104 billones”.
“Asustan dos cosas: ¿el gobierno de Duque «se mecatió» 104 billones en deuda pública en apenas un año? Eso es el equivalente a siete reformas tributarias como la que aprobó el año pasado. Es decir, solo en un año, el gobierno aumentó el 16.8% de la deuda”.
“Lo segundo: dicen los medios, que citan al desconocido Ministro de Hacienda, que la deuda es del gobierno: no, imbéciles, la deuda pública es de todos los colombianos. Averiguar cuáles son las transferencias a los departamentos? Averiguar a cuánto está el dólar la semana pasada y la que llega como diría el minuto de Dios que patrocina la azúcar refinada. Tomado de Economía naranja”.
