El mundo tiene puestos los ojos sobre Colombia

 

OPINIÓN- Octavio Gómez Q.

Cualquier plataforma Informativa donde usted coloque COLOMBIA, o simplemente vaya a PORTADA, encontrará en primer plano las protestas masivas, la violencia policial, las víctimas en el país.

El mundo tiene puestos los ojos en Colombia y no precisamente a favor del gobierno.

Duque no tiene ni las ganas, ni el carisma, ni mucho menos el liderazgo, para adelantar un diálogo sincero y real frente a los problemas y necesidades de los manifestantes.

El presidente ahora parece un niño perdido en un parque llamando a gritos a sus padres, -léase las fuerzas militares-

Su investidura de presidente está rasgada por el sinnúmero de errores cometidos durante su ejercicio del poder y ya no inspira ningún respeto entre su equipo y menos entre los colombianos.

Echar mano de la fuerza pública para tratar de contener el malestar social y la protesta pública, es un acto desesperado de quien ha perdido el poder y de ahí en adelante, el paso siguiente es la dictadura.

Duque es la máxima expresión de una clase dirigente que se ha corrompido hasta los huesos y mientras siga siendo útil para sus mentores, tratarán de sostenerlo en el poder, pero ha hecho tantas cagadas que ya se resbala en su propia mierda y no será fácil sostenerlo en el trono.

Los empresarios por su parte, están al borde de un ataque de nervios y ya no confían en aquel presidente que los iba a salvar del castrochavismo y mantener sus privilegios, comenzado por el sector financiero.

Uribe, la vieja fórmula de salvación, tampoco será ahora la alternativa, pues el expresidente a quien gobierna a Colombia por Twitter, está a su vez buscando quien lo salve de Duque.

Hace unos años, cuando respaldó a Santos para presidente, se le voltió el cristo y ahora, que encontró en Duque a su mejor siervo pero sin carácter, lo ha dejado sin opción y sin fórmulas para conservar el poder, que ahora pretenden conservar a fuego de metralleta.

No han entendido que cada manifestante muerto es convertido automáticamente en mártir, y si son indígenas, doble mártir. Y lo peor, no han entendido que el mundo tiene puestos los ojos sobre Colombia.

Cualquier cosa podría pasar en las próximas semanas. Ya la gente no cree en pactos o convenios que no se cumplen y lo de la matrícula cero para los estudiantes, es una simple aspirina para la calentura que sufre el país entero.

Si no hay un compromiso serio de cambios profundos en la “institucionalidad”, fachada bajo la cual se cobijan los privilegiados, el país se volverá a levantar y esta vez con mayor fuerza. El mundo tiene puestos los ojos sobre Colombia.

Mire y verá.