Restrepo es conciliador por naturaleza, a lo que se suman su claridad y sinceridad.
Para el gobierno es un acierto el nombramiento de Juan Camilo Restrepo como alto comisionado de Paz y para el nuevo funcionario, todo un reto en tiempos tempestuosos como los que está viviendo el país.
De este cargo saldrá como un verdadero líder conciliador y hasta presidenciable, o quemado como cualquier bus en tiempos de protesta.
A Juan Camilo le tocará enfrentarse a dirigentes enardecidos por un mes de paro sin encontrar respuestas claras y eficaces a sus peticione por parte del gobierno, y al mismo tiempo con los sectores más recalcitrantes asentados en el Congreso, que piensan que todo se resuelve a bala.
Restrepo es una persona relativamente joven que tiene todas las condiciones para ser conciliador y su temperamento y carácter le ayudan.
Pero como la Casa de Nariño es especialista en brindar caramelo y dilatar las soluciones de los múltiples problemas y reclamos sociales que hoy están al orden del día, su tarea no será color de rosa. Creo que es el cargo más difícil de ocupar en las actuales condiciones del país.
El nuevo Comisionado, cuando fue presidencia de Augura, conoce a los empresarios, conoce a los paramilitares, a las bacrim, a los dirigentes sociales y sindicales y su labor frente a estas problemáticas fue exitosa en la empresa bananera.
Su experiencia en estas lides será un gran aporte a la pacificación del país, diferente a la fórmula del plomo. Esperamos que el señor Gobierno, sepa aprovechar su carisma y experiencia y no lo deje remando solo.
