Los pájaros tirándole a las escopetas

 

Cuando el acusado no tiene argumentos y en su desespero ataca a ciegas.

 

OPINIÓN

Octavio Gómez Q.

Cada vez se parece más el conflicto con el consorcio constructor de Hidrotituango, al fallido y mortal edificio SPACE, propiedad de la constructora CDO y cuyo dueño era Álvaro Villegas Moreno, presidente de SAI por la época y miembro de la junta directiva de Hidroituango.

Guardadas las proporciones las similitudes son claras: una empresa constructora (CDO) levanta un edificio con graves errores de cálculo y fallas estructurales, lo que a la postre provoca su derrumbamiento.

Ante las reclamaciones de los afectados que invirtieron los ahorros de su vida en un apartamento casi convertido en su propio ataúd, la empresa responsable se declara en quiebra y solo responde parcialmente por sus obligaciones. Todavía debe plata.

En Hidroituango sus constructores se declaran en quiebra, buscando evadir las responsabilidades que le caben en el retraso de la obra y las billonarias pérdidas provocadas por las sucesivas irregularidades y errores en la construcción de la mega obra.

Y a pesar de tener encima un fallo de responsabilidad fiscal por $4.3 billones por la Contraloría General, por los hallazgos que comprometen en materia grave al consorcio constructor que está por fallar en segunda instancia, se niegan a ceder el contrato y contra atacan elevando denuncia penal por injuria y calumnia contra el alcalde de Medellín, Daniel Quintero.

Lo que queda claro es que el consorcio busca a toda costa, utilizando maromas y artilugios legales, crear confusión sobre la terminación de la obra y salvar su responsabilidad, ya valorada por la Contraloría en su fallo de control fiscal.

El Cinismo en su máxima expresión.

La Contraloría General de la República profirió fallo con responsabilidad fiscal por $4,3 billones de pesos, a título de culpa grave, contra 26 funcionarios y contratistas como consecuencia del daño al patrimonio del Estado producto de las mayores inversiones realizadas en el proyecto Hidroituango, que a junio de 2019 excedían en un 114.94% el valor inicialmente planeado,  y por el lucro cesante causado luego que la hidroeléctrica no haya comenzado a generar energía a partir de noviembre de 2018.