¡Se arregla la DePresión!

 

¡Arreglo ollas, sartenes, la de presión!… gritaba un hombre ofreciendo sus servicios callejeros, lo que era usual hace 40 o 50 años.

La olla a presión se conocía habitualmente como la “olla atómica”, nombre bien extraño que seguro alguien se lo puso a estos artefactos porque tenían la costumbre de explotar en el fogón cual tremenda bomba atómica.

Con el avance de la tecnología, está peligrosa y usual costumbre de estas ollas, cesó casi por completo y se pasaron a llamar ollas a presión.

Y claro, quienes las reparaban gritaba a todo pulmón “se arregla la depresión”.

Ahora, Toro Carvalho, escritor y periodista, a quien yo llamo el heredero de Tomás Carrasquilla y tal vez pariente lejano del rey de los montañeros, le ha dado por escribir acerca de su infortunado encuentro con una enfermedad traicionera y cada vez más común en los seres humanos.

Con su humor sarcástico, con mezcla de carrasquillesco y tradición, Carvalho se la tomó de manera personal y cuenta con detalle el cruel episodio que casi lo lleva a la muerte: la aguda depresión que la que fue víctima y pudo superar en un valiente y decidido acto de voluntad, para torcerle el pescuezo a la muerte, que le estaba echando mano, disfrazada de depresión.

Hoy por hoy, nuestro escritor y periodista de marras, es un ejemplo de cómo se puede superar esta enfermedad, casi siempre sigilosa pero casi tan mortal cómo el Covid-19.

Y con su libro, pretende ser ejemplo de superación y ayudarle a todas las personas que se dejen, a sobrellevar esos fuertes cuadros depresivos que hacen la vida insoportable y no dan ganas de nada, aparte de una fuerte tentación al suicidio.

Carvalho no es médico ni sicólogo o nada que se parezca, pero para curar este mal, solo se necesita un alma buena que sepa penetrar en las almas en conflicto y las «saque de penas» a respirar de nuevo, de ese infierno en que se convierte el cerebro cual olla “atómica” a punto de estallar por la migraña y la desesperanza.

Solo la muerte parece buena en estas circunstancias.

Y Toro Carvalho cumple esa condición: tiene un alma generosa y buena, con cobija suficiente para quien se le quiera acercar.

Incluso es un hombre de lágrima fácil, capaz de llorar junto a quien consuela. Su sensibilidad frente a la condición humana y sus avatares le ayuda. Pudo haber sido cura en vez de periodista, aunque cara si parece tener.

Así que, en su nuevo libro, Se arregla la DePresión”, nos compartirá vivencias de su crisis existencial, de su simpatía por la muerte y sus ganas de echar todo al carajo.

Hoy es un hombre nuevo, lleno de ilusiones y ganas de acompañar a quienes lo soliciten, o tender una mano a quienes las piernas les tiemblan, -a la par de sus ánimos para vivir- y ayudarles a ponerse de nuevo en pie.

Ese es Toro Carvalho, un personaje que se reinventó y que sí sabe el significado de esa palabreja, y con su publicación puede ayudarle a mucha gente a superar sus crisis.

Quizá valga la pena pedirle una cita. Uno nunca sabe …