Dos colegas cuyos nombres prefieren dejar en reserva y que estuvieron vinculadas por más de diez años al periódico El Colombiano, del cual guardan muy buenos recuerdos y experiencias cuando su directora era doña Gómez Martínez, lamentan hoy la calamitosa situación periodística en la que ha caído este diario.
Me dicen que sienten vergüenza ajena por el degradante y bochornoso periodismo que se está haciendo en esta empresa, que fue un baluarte de grandes plumas y periodistas antioqueños que pasaron por sus páginas, orientando a la opinión pública. (ver nota adjunta).
“Desde que Manuel Santiago Mejía compró El Colombiano solo para hacer oposición política, este periódico ha caído en lo más bajo de lo que puede ser un verdadero medio de información”, afirma una de estas colegas.
Y yo alego que, desorientar a la opinión pública debería ser un delito de lesa humanidad, ya que convierte a los ciudadanos en simples instrumentos de manipulación y dominio para todo tipo de intereses oscuros.
En eso se ha convertido El Colombiano, en un instrumento de manipulación que interpreta los hechos a su manera, lejos de cualquier objetividad que debe ser una regla de oro del buen periodismo.
Y ni hablar de otras esferas como la revista Semana y la bruja mayor del periodismo colombiano llamada Vicky Dávila.
Aquí les comparto esta nota tomada de Facebook con el permiso de su autor:
Enviado especial de RTI televisión con Germán Castro Caicedo ya no existe, Charlas con Pacheco Fernando González no existe, Hernán Castrillón un recuerdo, de los últimos Juan Guillermo Ríos, la poderosa competencia de Juan Gossain y Yamid Amat patrocinada por gaseosa, cerveza y cigarros ya no volvió.
AUNQUE digan lo contrario, NUNCA nos metieron tanto miedo. Ni siquiera las editoriales del Tiempo, ni de El Colombiano con sus editores versión remasterizada los Valencia Cossío en su momento dueños del presupuesto municipal.
Ni siquiera cuando Dario Arismendi era el editor del periódico el Mundo nos metía tanto miedo ….es hasta chistoso, resulta que ahora no venden ni siquiera champú para combatir la caspa , ellos, los periódicos venden caspa. Así ESTAMOS y no faltan los que caen en la trampa.
