Las organizaciones armadas que operan en Medellín y el Valle de Aburrá declararon un cese de hostilidades y confrontaciones armadas como muestra de su acogimiento a la paz total
El Gobierno instalará una comisión la próxima semana para que inicien los diálogos de manera oficial.
Las organizaciones criminales que operan en Medellín y todo el Valle de Aburrá y que buscan un acogimiento colectivo decidieron dar muestras de apoyo a la paz total del Gobierno de Gustavo Petro. Son 12 organizaciones las que instalaron una mesa de diálogo en la cárcel de Itagüí en la que que participan voceros de los grupos armados y delegados del Gobierno encabezados por el comisionado para la paz, Danilo Rueda. El objetivo es explorar un eventual sometimiento colectivo. En total están agrupados cerca de 15 mil hombres armados, los cuales se han enfrentado durante décadas por el control de barrios y comunas.
En el comunicado, las bandas se comprometen a suspender todo tipo de «hostilidades, confrontación o disputas; consecuencias que serán evidentes y verificables por la Cludadanía y las Autoridades». Además, se comprometen a ayudar «en la lucha contra amenazas sobre toda la sociedad, como la producción, comercialización y consumo de drogas químicas como el Fentanilo y la Heroína».
Esto significa que se frena la confrontación en los barrios, comunas y municipios del Valle de Aburrá. Además, implica que se acaban las fronteras invisibles, se detiene es sicariato, la extorsión y la violencia que se deriva de la guerra urbana.
