El Alcalde sacudió con vehemencia las vergüenzas ocultas en el proyecto Hidroituango

 

La junta de EPM tenía sus propios túneles de desviación, que beneficiaban en silencio los intereses de contratistas, diseñadores, proveedores, interventores, ejecutores, aseguradores, etc.,

Jairo Leon Cano Gómez

Mi punto es que el Alcalde sacudió con vehemencia las vergüenzas ocultas en el proyecto Hidroituango y de paso puso en evidencia el entramado de intereses colaborativos, no filantrópicos, agenciados en la cúpula de EPM. De esta se supo que tenía sus propios túneles de desviación que beneficiaban en silencio los intereses de contratistas, diseñadores, proveedores, interventores, ejecutores, aseguradores, etc., vinculados a aquel proyecto y a los demás que como empresa pública permanentemente y de tiempo atrás agencia.

El alcalde alborotó el avispero en su contra y con saña se le persigue, de modo que hoy por hoy los afectados con sus decisiones lo esculcan a través de medios diversos, con tanto rigor y escrúpulo como suelen hacerlo las autoridades a las mujeres el día de visita a sus cónyuges o compañeros recluidos en la cárcel. Les llegan hasta el alma.

No son inocentes quienes esculcan, ni los medios que utilizan.

El Colombiano gozaba de robusta pauta oficial en tiempos anteriores y no ha dejado de ser el canal de comunicación y promocional del empresariado paisa.

Solo que ahora ajustan entre sí los machos de la revancha y hacen causa común para sacar avante la propuesta de revocatoria, carente esta, a mi modo de ver, de constitucionales causas, al menos no evidenciadas, lo que no significa que el alcalde no haya incurrido en visibles errores, más no de la entidad necesaria como para que aquella prospere.