En la Universidad Sergio Arboleda se cerraron negocios con tierras de ‘Macaco’

La operación de la presunta red de testaferrato expuesta en esta investigación, se suma a varios hechos recientes relacionados con la Universidad Sergio Arboleda. Algunos de los cuestionamientos guardan relación con el fiscal general Francisco Barbosa

El director de una maestría, un señalado narcotraficante y transacciones con tierras forman parte de un entramado para aparentemente esconder predios del Bloque Central Bolívar, que comandó el narcoparamilitar Carlos Mario Jiménez. Su hermano Roberto Jiménez, alcalde de Dosquebradas (Risaralda), es señalado de participar en varios de esos negocios y de presionar a campesinos para vender sus parcelas a bajo precio. #NarcoFiles

Una investigación de @liganosilencio

En las clases de una maestría de la Universidad Sergio Arboleda se juntaron cuatro estudiantes: uno era un señalado narcotraficante conocido como ‘Maestrico’, otro un académico que llegó a tener altos cargos en esa institución y en la Universidad del Rosario, y una pareja de hermanos. Todos terminaron haciendo negocios que están en la mira de la Fiscalía que sospecha, desde 2014, que eran una coartada para ocultar bienes del Bloque Central Bolívar, que fue comandado por el narcoparamilitar Carlos Mario Jiménez, conocido como ‘Macaco’. Una historia desconocida del poder que tuvo esa estructura armada en un claustro universitario y sobre la cual la justicia todavía debe algunas respuestas.

El proyecto #NarcoFiles encontró varios documentos de la Fiscalía, de 2020 y 2021, que revelan negocios en los municipios antioqueños de Zaragoza y Puerto Berrío. En ambos casos, cuando los compradores fueron interrogados, refirieron hechos que sucedieron en la Universidad Sergio Arboleda.

“NarcoFiles: el nuevo orden criminal” es una investigación periodística internacional sobre la situación actual del crimen organizado y sobre aquellos que lo combaten. El proyecto, en el que participaron más de 40 medios, se originó con una filtración de correos electrónicos de la Fiscalía General de la Nación de Colombia. El material fue compartido el año pasado con OCCRP, y con el apoyo de CLIP, Cerosetenta y Vorágine, se trabajó con varios medios de la región.