Inglaterra: un muerto, una mujer violada y tres apuñalados en fiestas ilegales

 

Octavio Gomez/Daniela García 

Mientras en Barranquilla, Colombia, la policía desarma 214 fiestas y el descontrol es tal, que hasta galleras intervinieron.

Uno no sabe si el mundo está loco, o es consecuencia de COVID-19, o si siempre la humanidad ha tenido un alto grado de locura a lo largo de la historia y apenas lo estamos detectando por la pandemia.

Pero la realidad es que, si en Colombia llueve, en otras localidades tan lejanas como Inglaterra, no escampa.

Tanto aquí como más allá del océano, la policía ha estado muy ocupada disolviendo reuniones y fiestas ilegales que desafían cualquier orden institucional o de salubridad frente a la amenaza del coronavirus.

El pasado sábado 13 de junio, una “fiestecita” en Manchester, Inglaterra, dio como resultado un muerto, una mujer violada y tres apuñalados.

Casi al unísono, en Barrranquilla, Colombia, la policía de Atlántico tuvo bastante trabajo este fin de semana. A pesar que se había decretado la ley seca y el toque de queda durante todo el fin de semana en el departamento, las autoridades intervinieron más de 200 fiestas en diferentes municipios.

«El comportamiento social no estuve acorde a dicha norma, donde tuvimos que atender más de 214 fiestas o reuniones», dijo el coronel Hugo Molano, comandante de la policía en el Atlántico.

Adicional a esto se reportaron 110 riñas y se intervinieron dos galleras. En total fueron sancionadas 742 personas que no acataron las medidas.

En Manchester, Inglaterra, ese mismo sábado, 6.000 personas rompieron la cuarentena y asistieron a dos fiestas ilegales en los bosques de Gran Manchester, con trágicas consecuencias: un hombre murió por sobredosis de drogas, otros tres fueron apuñalados y una chica de 18 años fue violada.

¿Será que nos enloqueció el coronavirus?

  Datos del puente pasado: 2.280 reuniones intervenidas por la policía en el país, 296 en tiendas de barrio, 44 en     bares y discotecas y 22 casas de citas. Indisciplina social en un momento en el que están prohibidas las reuniones,   ¿culpa del Presidente y de los mandatarios?